IMPORTANTE: LA MITOLOGIA VASCA.

Sobre la Mitología Vasca se ha escrito mucho, vamos a centrarnos en lo que nos dice Wikipedia , tambien Alconet ó el Portal Vasco

Es interesante conocer algunos de estos personages y hacer una reseña de ellos

Jentilak. Gigantes que vivían en las montañas y rara vez bajaban al valle. A pesar de su enorme apariencia, de poder pasar por el mar tan solo con remangarse un poco el pantalón y sin mojarse. Se dedicaban al lanzamiento de piedras de una montaña a otra, se les consideraban pacíficos.

Ieltxu, un habitante de Vizcaya que algunas leyendas sitúan en las montañas de Busturiam en una zona que suele estar permanentemente cubiertas de nieblas. Pero, ¿quién es? nadie lo ha

visto, nadie lo conoce, nadie puede decir cómo es. Hace ya un siglo Resurreción de Maria Azkue y el padre Barandiarán lo describieron como un ave que se presentaba de noche cuando nadie lo esperaba ni llamaba. Y cuando lo hacía, lanzaba fuego por la boca, como si de un dragón se tratara, antes de escapar, de modo que quien lo veía era arrastrado a seguirlo.
Pero cuenta la leyenda que este extraño ser es capaz de desorientar alterando las luces y las sombras de la luna. El caminante que lo sigue se despista, atravesando los bosques a los que los lleva, sin darse cuenta que en su extravío, Ieltxu los conduce hacia abismos o desfiladeros. Quien lo vé corre tras él, sin mirar abajo, sin fijarse en los pasos que dan, hasta que ya es demasiado tarde…

La Mari vasca está ligada a la tierra de Euskal Herria. Se la conoce con varios otros nombres, aunque lo más característico es que en cada comarca su nombre vaya unido al monte o paraje en el que habita. El hábitat de la Mari es debajo de la tierra, en cuevas y grutas oscuras, por donde se desplaza a través de conductos y simas para llegar al exterior, donde allí se traslada por el aire.
Las representaciones de la Mari Vasca la reflejan como una muchacha de gran belleza. La gente se dirigía a la Mari buscando consejos, los cuales resultaban ser muy sabios y siempre correctos.